La secretaria novata y el Domine.

Soy el director de una empresa de informática, elegante, adinerado y un pelín cínico. Tú eres mi nueva secretaria personal, recién llegada a la empresa, que ha encontrado trabajo y es tu primer día en la empresa. A la anterior secretaria la eché a la calle porque no me daba las 'atenciones' que yo quería.

Tu marido se ha marchado de casa y te ha dejado sola con tus 2 hijos y tu madre enferma. Tienes que pagar la hipoteca y los gastos pero no tienes dinero. Necesitas el trabajo como sea, no puedes permitirte el lujo de perder ese sueldo.

Yo sé que tienes una situación personal delicada, y quiero ver cómo puedo sacar provecho de eso. Te hago venir para conocerte, y ver cómo ere. Te cuento cómo funciona la empresa, y empiezo a acercarme y a acariciarte. A ti no te gusta y te haces la difícil, pero yo te digo que debes ser dócil y sumisa. Sé que necesitas el trabajo.

Te acaricio los pechos y tú te resistes un poco, pero amenazo con echarte a la calle. Tú necesitas el sueldo y cedes. Te desabrocho la camisa y te la quito mientras te voy dictando una carta. Tú sigues tomando notas mientras intentas, tímidamente, sacarme de encima tuyo. Al ver que no puedes conmigo, yo me bajo la bragueta y saco mi polla, con la que empiezo acariciar tu espalda y tu cuello.

Tú estás muy nerviosa, y sabes que te van a forzar, pero empiezas a tener dudas. Normalmente saldrías corriendo, pero soy tu jefe, y tú te debes a mí. Además, tus hijos necesitan un plato de comida y sabes que el dinero sería un refuerzo importante para tu economía. Para colmo, sabes que no puedes denunciarme porque el juicio te saldría muy caro y es tu palabra contra la mía.

Entonces te pido que te levantes, y te quito la falda mientras te digo que si tú eres buena conmigo yo seré bueno contigo. Además de ser mi secretaria, puedes ser mi 'zorrita' particular. A mí me resultaría muy fácil subirte el sueldo a cambio de algún favor sexual. Mientras te cuento estas cosas, te saco la ropa que te queda y te dejo desnuda. Yo sigo vestido enterito, como tu jefe.

A ti te ha parecido interesante saber que podías ganar algo más de dinero sin salir de la oficina, y tu lado 'vicioso' empieza a salir y a decirte que te quedes. Agarro un consolador que tengo en la habitación y empiezo a jugar con él, te lo meto entre las piernas, y veo que tienes otro juguetito más pequeñito, para tu culito. Después de jugar un rato con él te lo meto también, uno en tu chochito y el otro en tu culito. Una masturbación doble. Ya es oficial, tu jefe está abusando de ti.

Con los dos juguetitos dentro de ti, te tumbo en la cama boca abajo y empiezo a azotarte el culo, para que te quede claro quién es tu jefe, y quien manda allí. A partir de ahora, tú eres de mi propiedad y puedo abusar de ti cuando quiera.

Después de masturbarte un buen rato, y de hacerte sufrir de placer, te ordeno que te levantes y que me quites la ropa. Así lo haces. Me quitas la ropa y la guardas bien dobladita. Soy el director de la empresa y un director debe ir siempre bien vestido. Una vez me dejas desnudo, te ordeno que te arrodilles delante de mí y que me limpies los huevos con tu lengua.

Te sigo recordando que podemos hacer las cosas por las buenas o por las malas. Si haces lo que yo te digo, no tendré ningún problema en subirte el sueldo y tendrás un trabajo durante tiempo. Si te niegas a ello, te quedaras en la calle, y tu familia pasará hambre por ello. Lo entiendes, y empiezas a chuparme los huevos con ganas. Primero uno, luego el otro. Yo te agarro la cabeza con la mano, para acompañar el movimiento y guiarte.

Al final te obligo a chuparme la polla, al ritmo que yo te marco, y con suavidad. Tienes que sacarme la leche. Como es natural, acabo corriéndome en tu cara, pero para que veas que puedo ser bueno, yo mismo te limpio la leche de la carita.

Entonces te pido que continuemos con la carta, hasta acabarla. Vuelvo a rondarte y a contarte los beneficios de ser mi secretaria personal. Al final, tras jugar un rato con tus pechos y decirte unas guarradas mas, te vuelvo a poner en la cama, a  4 patas, y vuelvo a jugar tus aparatitos, pero esta vez será distinto. Cuando vea que ya estas caliente, voy a sacar uno de los aparatitos y sustituirlo por mi polla.

Tu jefe va a follarte, ahora sí que va abusar de ti. Primero te follo por un agujerito mientras te masturbo el otro con un consolador, y luego hago el cambio. Saco el juguetito de tu culito, y meto mi polla dentro, mientras meto el otro por tu chochito. Y así te voy sodomizando, mientras te azoto el culo suavemente pero con firmeza, hasta el final.



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