Cómo hacer una buena paja a tu Amo y Señor


Eran las 10 de la mañana cuando recibí un mensaje de mi Domine.

- 'Sophie, te espero en el hotel de siempre a las 4 pm.'

Sería nuestra cuarta sesión para este punto y ya debía saber las reglas y cómo debía comportarme al inicio de cada encuentro con mi Domine.

Me encontraba frente al hotel unos minutos antes de la hora indicada. Iba con un vestido negro ceñido al cuerpo y unos tacones altos con ropa interior negra de encaje, lo que hacía que se me marcaba el culo y los pezones. Debo confesar que me sentía nerviosa pues cada encuentro era una experiencia nueva y muy placentera.

Entré al hotel, me dirigí a la recepción y pedí una copia de la llave. La chica ya tenía instrucciones claras de que hacer, así que no tuve ningún problema. Tomé el ascensor hasta el décimo piso, caminé por el pasillo hasta estar frente a la habitación, deslicé la tarjeta de acceso y entré.

Al ingresar en la habitación observo como el Profesor Domine está sentado en un sofá al lado de la cama, doy un par de pasos para acercarme un poco y me quedo de pie, con la mirada agachada, esperando a que se aproxime a mí.

Mi Domine está a mi lado, observándome de arriba a abajo, inspeccionando cada detalle de mi cuerpo, notando como mi respiración esta algo agitada por la sensación de excitación que me invade. Me susurra al oído muy delicadamente:
- 'Desvístete muy lentamente, Sophie'.

Empiezo a bajar el cierre de mi vestido y lo dejó caer, mientras noto como mi Domine se sienta en el borde de la cama. Recojo el vestido y lo dejo sobre el sofá. Continúo observando la mirada de Mi Domine clavada en mi cuerpo y termino de desvestirme, quedando solo en tacones.

Entonces Mi Domine me ordena que me arrodille en primera posición, con la mirada baja. Me quedo así unos segundos, que se me hacen eternos pues el grado de excitación aumentaba a pesar de no sin saber qué era lo que me tenía planeado esta vez.

Luego de un tiempo, me ordena que me ponga en cuatro patas con el culo hacia El, y noto como se levanta y me examina cuidadosamente, pasándome los dedos por mi coñito, descubriendo lo mojada que estaba. Sin esperarlo, recibo un par azotes fuertes en cada una de mis nalgas que hacen que deje salir un gemido fuerte. Ya estoy completamente mojada, no puedo evitarlo.

Me ordena que vuelva nuevamente a arrodillarme, de tal manera que su polla quede a la altura  de mi cara, y que acaricie su polla. Yo empiezo a acariciarla sobre su pantalón, y voy notando cada vez como va creciendo mientras la voy masajeando. Tras una nueva orden suya, empiezo a desvestirlo cuidadosamente y cuidando de no arrugar su traje. Lo dejo al lado del mío, sobre el sofá.

Una vez desnudo, el Profesor se sienta en la cama, al borde, y con las piernas completamente abiertas, dándome acceso directo a su sexo.

- 'Hoy vas a tener el placer de hacerme la mejor paja que hayas hecho nunca, pero no voy a correrme hasta que yo quiera. Vas a acariciarme los huevos, el culito y la polla, y vas a ser muy mimosa. Cuando yo te diga que pares, pararás, y cuando te diga que continúes, continuarás. ¿Lo has entendido, mi putita Sophie?'
- 'Si, Mi Domine.

Nuevamente vuelvo a mi posición, arrodillada frente al Profesor Domine, y tomo su polla en mis manos. Delicadamente la acaricio desde los huevos hasta la punta rozando mi dedo. El tacto se vuelve algo áspero por lo que tomo un aceite que tengo a mi lado y lo vierto sobre esa polla dura y gruesa.

Ahora con la humedad vuelvo a masajear los huevos uno a uno, con cuidado, tomándome el tiempo necesario con cada uno y deslizando mi dedo hasta su culo de vez en cuando, lo que hace que mi Domine se agite un poco. Le encanta que le acaricien el culito y que se lo coman.

Utilizo mi mano izquierda para agarrar la polla de mi Profesor, y acariciar suavemente su miembro, de arriba abajo. Utilizo mi mano derecha para agarrar los testículos de Mi Domine, masajeándolos con cuidado. Sé que esa es la manera adecuada para conseguir que su pene se ponga lo más duro posible. Él adora que acaricien sus huevos. Tras acariciar la el glande con movimientos circulares, noto como se pone bien roja y gorda. Me encanta tener a mi Amo así, delante mío, desnudo y gozando de mis servicios.

Intensifico un poco mas mi ritmo, moviendo sus pelotas con el mismo cuidado, pero mas rápido, y masajeo el miembro del Profesor moviendo su piel de arriba abajo, con tranquilidad, pero sin pausa. Noto que está a punto de estallar cuando me pide que pare.

- 'Alto, Sophie… No quiero correrme aún.'. Yo obedezco y me detengo, a pesar de que muero de ganas por ver caer su semen en mis manos…

Tras un minutito de descanso, mi Amo y Señor me pide que vuelva a masajear sus testículos y su culito. Así lo hago, vuelvo a verter algo de aceite en sus huevos y los masajeo muy despacio tomándolos con ambas manos mientras noto como su polla se vuelve a endurecer y mientras una de mis manos sigue masajeando sus huevos, la otra se dirige al culito.

Tras dos minutitos, y a su orden, dirijo otra vez mi mano derecha a su polla, iniciando de nuevo el juego con ambas manos. A mi decisión, voy variando el movimiento de tal manera que tanto mi mano derecha como mi mano izquierda puedan disfrutar de la polla de mi Domine, hasta que nuevamente me hace señas de que me detenga. Su polla está completamente dura, roja, gorda, a punto de estallar. Nuevamente, me quedo con las ganas de ver su semen caer sobre mis manos.

Nuevamente, tras 60 segundos de descanso, vuelvo a recibir la orden de acariciar sus testículos y su culito. Yo retomo mi ejercicio, pero esta vez con más ganas de recibir mi premio, así que acaricio sus huevos con más intensidad, a la vez que paso mis deditos por su ano, presionándolo pero sin penetrarlo.

Tras unos segundos así, tomo su polla de nuevo con mi mano derecha y la masajeo muy suave desde la punta hasta los huevos y de nuevo hasta arriba y voy incrementando el ritmo cada momento, sin olvidarme de sus huevos, que acaricio con mi mano izquierda. Tomo más aceite y sigo entre las caricias y los masajes. Mientras su polla se pone muy caliente y dura, acaricio su culo con dos dedos y voy notando como mi Domine gime y respira cada vez más intensamente.

Está muy excitado, puedo notarlo, y yo estoy igual de mojada. Quiero su semen, es mi premio. De repente, sin yo esperarlo, se levanta, quedando de pié delante mío. Me toma del pelo, y me jala para atrás la cabeza, de tal manera que su y de manera que su pene queda sobre mi cara.
- 'Continua tu trabajo, sumisa. Voy a correrme en tu cara.'.

Así lo hago, agarro de nuevo su polla, mientras vuelvo a masajear sus huevos, y muevo mi mano sobre su miembro, moviendo su piel arriba y abajo, sin detenerme. La respiración de Mi Domine se acelera, hasta que no puede aguantar más, y tras una explosión de placer, se  corre en mi cara.

A pesar de abrir la boca, parte de esa leche cae fuera. Puedo notar como ese delicioso manjar se desliza por mis mejillas hasta mis pechos, caliente. Yo paso mis dedos por mi cara y mis senos, para no perder ni una gota de mi premio, y los meto en mi boca, saboreando y deleitándome.

- 'Has hecho un excelente trabajo, mi perrita Sophie, estoy contento con tu habilidad a la hora de hacer una buena paja.'.

Como tras cada sesión con mi Domine, nos metemos los dos en la ducha y me ordena que lo deje muy limpio, así que tomo su polla y la enjabono por completo, luego sus huevos y por último su culo cerciorándome de retirar por completo el aceite. Luego retiro el jabón con bastante agua hasta que mi domine queda totalmente aseado.

Una vez vestidos salimos del hotel y nos despedimos. Sé que hoy no hemos follado, pero adoro cumplir los deseos de Mi Domine, y me encanta ver como disfruta conmigo. Soy su sumisa, su perrita, su putita, y mi obligación es darle placer. Además, no hay mayor premio para mí que recibir la leche de mi Profesor.


Comentarios