El perro sumiso del abogado

La segunda parte del relato de soyunsumiso.

Tras ese primer encuentro, yo andaba un poco desconcertado. Mi experiencia con hombres había sido muy corta, apenas había tenido relación con la pareja de mi Ama de antes de casarme, pero me imagino que fue suficiente para darme cuenta del poder de una polla tiesa en mi boca. Aún no sé como ese abogado se dio cuenta de mi condición de sumiso, pero no puedo hacer otra cosa que alegrarme. Por fin alguien sabía cómo tratarme y darme lo que buscaba, polla en cara y boca, leche hasta saciarme…

A los tres días de ese primer encuentro recibí una llamada a mi móvil, era Él. Me citó en su despacho a una hora de oficina, por lo que pensé que era por algo relacionado con el asunto que me había llevado a su gabinete.
Me recibió la secretaria y como siempre le llamó por el interfono avisándole de mi llegada, la ordenó que me hiciese pasar a su despacho. Llame con los nudillos y pude oír su voz tras la puerta.

- Adelante...
Cuando entré ni me miró, seguía concentrado en algún tema que tenía sobre el escritorio, pero oí que me decía...

- Arrodíllate, aparta la silla y métete bajo la mesa...
Yo estaba pasmado y paralizado ante tal orden.

- ¿A qué esperas, guarra? ¿Tengo que forzarte a hacerlo?

Sin saber cómo me encontré a cuatro patas bajo su mesa donde solo veía sus piernas y  su bajo vientre, vi como sus manos se metían bajo la mesa y bajaba la cremallera de su pantalón, bajando su slip, sacó su polla aun morcillona y me ordenó chuparla...
Yo me apresuré a metérmela en la boca, chupándola y lamiéndola suavemente, deleitándome en su forma y sabor.

¡¡ Dios, como me gusta su polla!!  Es algo maravilloso, no sé explicarlo pero aquello era lo que siempre había deseado.

No conseguía que se le pusiese dura, y yo seguía esforzándome, pero nada.

- Estoy en una encrucijada. - Me dijo - No sé por qué, pero necesito tenerte a mi servicio, que seas para mi uso y disfrute, eres el tipo de puta que siempre había deseado tener, pero deseo oír de tus labios que deseas ser de mi propiedad.

- Lo deseo Señor. - Le dije. - Es para mí un sueño cumplido estar a sus pies arrodillado esperando sus órdenes.

No había acabado la frase, cuando su polla me llenó la boca, creciendo como impulsada por un resorte, como si mis palabras fuesen mágicas y consiguieran la tremenda erección que en esos momentos inundaba mi boca. Ya no hacía falta hablar, sus manos cogiéndome por los pelos me apretaban contra su pubis y su polla entraba y salia acompasadamente en mi boca, nos olvidamos que estábamos en su oficina, con todo el mundo fuera trabajando y que en cualquier momento podían entrar y descubrirnos. Su tranquilidad ante este posible contratiempo me dio a entender que lo tenía todo controlado y la certeza de que nadie nos interrumpiría; pero yo estaba nervioso aunque seguía gozando de su miembro.

De pronto sonó el teléfono, y yo con un sobresalto, dejé de chupar y me aparté. La bofetada me imagino que se oiría en todo el despacho y cercanías

- ¿Quién te ha dicho que dejes de chupar, puta? Puedo atender el teléfono sin que dejes de darme placer.

Sentirme utilizado así, me excitaba tanto, tanto... así que volví a introducirme su polla en la boca y seguí con mi tarea, el mientras tanto había retomado la llamada al teléfono y parecía que no le importaba hacer ambas cosas, aunque de vez en cuando suspiraba un poco más fuerte y yo sabía que era porque estaba gozando, y yo con Él, dándole placer. Su mano libre ahora acariciaba mi pelo con ternura, ahora sabía que era su perra, su puta y que si le complacía, sería premiado con atenciones como estas caricias.

Cuando terminó la conversación telefónica, volvió a agarrarme del pelo y apretaba mas su pelvis contra mi cara, parecía que quería llegar con su polla a lo más profundo de mi garganta, y como yo deseaba desde hacía rato, su apretón mas fuerte me indicó su inminente corrida, yo me esmeré más si cabe y por fin su leche inundó mi boca, con fuerza, caliente, sabrosa y espesa,... qué cosa tan buena, creo que no he probado otra cosa tan sabrosa, que me guste tanto.

Había acabado de correrse y yo pensaba que había terminado todo... que equivocado estaba. Sus manos seguían apretándome la cabeza por el pelo y al momento, sentí como un liquido caliente, más claro que su leche comenzó a llenarme la boca...

- Que no caiga ni una gota, o la tendrás que recoger del suelo. - Me dijo.
- No quiero levantarme, ya estas tu para ocuparte de mis necesidades intimas y veo que lo haces bien, eso me gusta de ti.

Se estaba meando directamente en mi boca tras su corrida; tuve que saborear su otro preciado elixir y me sentí lleno de Él, de su leche, de su meada, de su poder sobre mí.

Tragué todo sin rechistar como a Él le gustaba y tras acabar de mearme, limpie su polla y la deje reluciente, notando como volvía a su estado natural, perdiendo toda erección, sus manos por fin aflojaron y me permitió apartar mi cabeza, metió de nuevo su miembro en el slip, subió su pantalón y me dijo:

- Siéntate en la silla, perro, quiero decirte algo muy importante para mí.

Me senté y esperando sus palabras que no tardaron, me comentó:

- Va a venir un cliente muy importante para mí, sé que es un morboso de cuidado y quiero complacerlo para acabar este negocio con él. Sé que es un guarro y le encanta hacer todo lo imaginable en sexo, así que deseo que tú vayas a su hotel y te pongas a sus órdenes diciéndole que eres el presente del letrado Tal y Tal... No espero que estés de acuerdo ni que me digas si quieres hacerlo, es una orden mía, que si la acatas, significara que estas definitivamente a mi servicio y eres de mi propiedad, con todo lo que eso supone. Para sellar este contrato, solo te exijo que antes de salir beses mi mano como señal afirmativa; si sales sin hacerlo, entenderé que quieres acabar todo en este momento. Así es lo que deseo.

Me levanté, me limpie los labios con mi pañuelo y me permití mirarle a los ojos. Y como no podía ser de otra manera, besé su mano.

Salí satisfecho y contento de tener alguien que comprendía mi sumisión y sabía sacarle partido.

Adoro a mi Amo, le pertenezco.


Otra colaboración de soyunsumiso.

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