Ejercicio: Escribir un relato estando cachonda



Uno de los ejercicios que suelo enviar a mis sumisas es que escriban una fantasía sexual mientras están cachondas. Para ello las obligo a masturbarse durante un rato sin llegar a correrse. Necesito que estén mojadas mientras escriben, de manera que su mente esté excitada en ese momento, deseando que la follen.

Durante 30 minutos, tienen que escribir lo que les gustaría que les ocurriera, una fantasía propia, y cada 5 minutos deben acariciarse para excitarse un poquito más. Pero no pueden correrse, lo tienen prohibido hasta pasados esos 30 minutos. Quiero que escriban estando completamente excitadas y mojaditas, cuando su mente está más sucia y cachonda.

Evidentemente, algunos relatos son más calientes que otros, y algunas sumisas escriben mejor que otras, pero el resultado siempre es entretenido. Este fin de semana le ha tocado el turno a lulú, un joven aprendiz española. Aquí os dejo la fantasía que ha escrito:


"El camarero se acercó a la mesa para dejar la botella de vino y de agua, dejando su mano caer sobre mi hombro y plantando su mirada en mí escote, poniéndome de lo más nerviosa y cachonda.



La segunda vez que se acercó a la mesa las personas que estaban sentadas más próximas a mí habían salido a fumar un cigarrillo. El camarero dejó sobre la mesa unos platos de jamón tirando un tenedor al suelo. Al agacharse para cogerlo, apoyó su mano en la parte alta de mi muslo y apretó hincando bien los dedos; yo ardí en deseo y morí de dolor cuando apartó la mano y se fue.



No tardó mucho en volver con un tenedor nuevo, y se dio cuenta que volvían a estar todas las sillas ocupadas, así que dejo el tenedor sin más y con una leve sonrisa picarona se retiró.



Su cuarta visita a la mesa fue para dejar a cada persona su plato de marisco, y me di cuenta que bajo mi plato había un papel que asomaba. Lo agarré disimuladamente y lo leí.



- 'Señorita perrita, he notado lo caliente que se encuentra, la invito a que venga al baño; allí la espero.'



Los ojos se me abrieron como platos al leer esto, al pronto pensé: "Pero que se cree este hombre…". Pero en verdad lo deseaba mucho así que me levante y me dirigí al baño.



Entré, y nada más cruzar la puerta una mano tiró de mí y me puso contra la pared, éste comenzó a besarme y me dijo:



- 'Hoy serás mi puta'.



Levantó mi vestido y me puso de espaldas a él; sentí como si me atravesaran cuando su pene entro fuerte dentro de mí.



Una cornada tras otra que me hacían estremecerme de placer, notaba como su gran pene duro y grueso entraba y salía y como hacía que mis gemidos fueran tan fuertes que tuvo que taparme la boca con una mano.



Ya me había corrido como unas tres veces, un fuerte azote en el cachete derecho junto con sus continuas envestidas hizo que enseguida estuviera ahí un cuarto orgasmo que me vino a la vez que a él.



Sacó su gran pene de mí, y echó el semen que brotaba del glande sobre mi trasero; cuando recobramos el aliento, me limpió con un poco de papel y me pidió que le entregara mis bragas, a lo cual yo no rechisté pues quedé embelesada por aquél hombre y entonces me dijo:



- 'Pasarás el resto del banquete sin bragas, como buena putita que eres, preciosa'.



Y salió de allí sin más, dejándome completamente a cuadros."

Comentarios

  1. Estos relatos realuzados por sumisas dejan de tener valor cuando tú amo ni los lee ni te los comenta cuando se los envías....
    S

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    1. Efectivamente, resulta bastante feo que tu Amo no lea ni comente los relatos que anteriormente le ha pedido a su sumisa. Deja bien claro que el Amo no se preocupa de su protegida, y que no la relación no fluye adecuadamente entre los dos. Yo suelo leer y corregir esos relatos.

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