El
día de hoy el Profesor me envío una invitación, me dijo que en la noche iríamos
a una fiesta y que debía utilizar el traje que ya me había pedido.
Al
llegar al lugar de la cita con mi Amo, me doy cuenta que es una gran mansión,
de un siglo pasado y veo muchas personas que he visto en las revistas y
programas de sociales.
De
pronto me doy cuenta que es una fiesta para millonarios. Son alrededor de 40
entre hombres y mujeres, y me siento muy halagada de que mi Domine me haya
elegido para acompañarle.
Espero
al Profesor donde me indicó y me percato
que en la gran
sala, hay unas 40 sillas, y una cama redonda, de color negro, en el centro, a modo
de escenario.
Eso
me hace sentir nerviosa, porque acabo de darme cuenta de que el escenario es
para mí y que yo soy el espectáculo. Nunca he tenido una sesión en
público, pero también despierta el morbo
en mí.
El
profesor se acerca a mí y me lleva al centro de la sala. Estando yo frente a la
cama se pone tras de mí y acaricia mis hombros, bajando por mis brazos. Intento
apartarme, pero un leve toque de él hace que me detenga, no puedo evitar sentirme
nerviosa ya que todos están viendo como me toca.
Mi
vestido es de época victoriana con la falda muy corta que muestra mis ligas y
deja adivinar mis braguitas. El corsé dejaba una parte de mi vientre
descubierto y siento las manos de mi Domine subiendo hasta acunar mis pechos.
Cierro
los ojos y al abrirlos veo a todos frente a nosotros, disfrutando del
espectáculo, tomando ponche y mirándonos excitados.
-"Bien,
sophie, frente a ti hay hombres y mujeres que están deseando ver tu cuerpo
desnudo. Quieren verte sometida a mí, y disfrutar de tu sumisión. Sácate toda
la ropa, perrita. "
A
su orden, empiezo a deshacer el lazo de mi corsé, lo quito y lo coloco con
cuidado a un lado de la cama. Hago lo mismo con la falda, quedándome sólo en
ligas y braguitas, mis pezones duros por el frío de la noche y por sentirme
observada por todos.
-"Desnuda,
sophie". Puedo ver en el rostro de mi Amo que no quiere volver a repetir
la orden y que ya está imaginando como me castigará por no haberme desnudado
completamente.
Su
sonrisa me hace pensar que sabe que estoy mojada y que me apena un poco que
vean mi humedad.
Procedo
a quitar la escasa ropa que aún tenía y al estar completamente desnuda el
Profesor me ofrece su mano y me hace subir a la cama poniéndome en cuatro.
Para
este momento la vergüenza de que todos vean lo que me hará, se mezcla con el
ardor de sentirme observada y deseada.
Mi
Amo se acerca a mí y pellizca mis pezones para ponerlos más duros y colocarles
unas pinzas.
Hecho
esto, se coloca detrás mío y acaricia mis nalgas. La anticipación de pensar que
me va a azotar hace que no pueda evitar sentirme cachonda.
Entonces
siento como sus manos abren mi ano y empieza a poner lubricante en él para
introducir una bala vibradora.
-"Cuenta hasta 10,
perrita"
Al
escuchar esto siento una primera nalgada y la bala empieza a vibrar en mi ano. Mi
Domine acaricia brevemente donde me acaba de azotar y siento otra nalgada más y
otra, y las cuales cuento hasta llegar a diez.
Escucho
los murmullos de quienes nos rodean pero es tanto el placer que mi Amo me está
dando que por momentos llegó a olvidar que estoy siendo exhibida.
Mi
Amo pasa sus dedos por mi coño y los saca empapados de mis jugos, se acerca a mí
y los lleva a mi boca, haciendo que los chupe y quite todo rastro de ellos.
Y vuelve
a dirigirse a mi coño y frota mi clítoris haciendo que de mi escape un leve
gemido. Sé que esto me costará otro castigo.
-"Cuenta otra vez,
sophie"
Y
vuelvo a contar hasta llegar nuevamente a 10, mientras puedo sentir como sus
nalgadas caen una tras otra en mi culo. Intuyo que mis nalgas deben estar rojas
por la atención recibida y el continúa vibrando dentro de mi ano, haciendo que
me sienta cada vez más cerca del orgasmo.
No sé
cuánto tiempo ha pasado desde que mi Amo empezó a usarme cuando lo escucho
preguntar si alguien está interesado en participar.
No
puedo evitar mirar ni ocultar el asombro de mi rostro al ver como el Profesor
me ofrece a los espectadores. Tras unos segundos, veo que se acercan dos hombres y una mujer, que
quieren participar.
Los
dos hombres se acercan y me rodean. El primero es moreno, casi color chocolate,
con el cuerpo muy marcado, se nota que hace ejercicio. El otro, alto, calvo y delgado,
es el mayor de los dos y se le marcaba un gran paquete. La mujer, de unos 40
años, es muy bella y sus ojos oscuros mostraban mucho deseo.
De
pronto todos invadieron mi espacio y yo trato de buscar a mi Domine, pero al
encontrarlo, puedo ver como él continua con el gesto serio, y su mirada me indica
que debo obedecer.
Los
tres caminan a mi alrededor deseosos de empezar a tocarme. Todos exudan
hormonas dominantes.
La
mujer se acerca y me coloca un antifaz, lo que hace sentir más nerviosa, pero
recuerdo que mi Amo está presente y que él jamás permitirá un daño, por lo cual
me obligo a mi misma a confiar en estos tres extraños.
Siento
una mano hurgar en mi trasero y retiran la bala de mi ano, y el frío del
lubricante llenando mi ano, esos dedos abren el anillo de mi ano, haciendo que
quiera contonearme hacia ellos.
Justo
en ese momento una polla trata de entrar en mi boca, e indecisa abro los labios
dejando que el glande entre en mi boca, sintiendo su textura y sabor. Sin
verla, puedo saber que se trata de una gran polla, limpia, hermosa.
Entonces,
mientras lamo aquella verga, y noto como continúan masajeando mi ano, siento de
repente que alguien lame mi coño. Un delicioso arrastrar de lengua, unos
dientes mordiendo antes de cubrirme con toda su boca. Deseo con todo mi alma
que sea la mujer quien está lamiendo mi coño, me excita la idea.
Justo
cuando estoy al límite, esa boca se separa de mí. Yo quisiera gemir de
frustración pero en ese momento siento una polla presionando mi ano, intentando
entrar. Mi esfínter está bien dilatado, se nota que lo han trabajado bien, y
ese miembro no tarda en entrar hasta el fondo. Es igual que de grande que la
que continuo lamiendo, y eso me vuelve loca.
Mientras,
mi boca continúa follada con duras estocadas, dentro y fuera, dentro y fuera, y
mi lengua recorre cada pedazo de esa polla dura.
El
hombre detrás de mi trata de abrirse paso en mi interior, adentrándose cada vez
más. Noto su herramienta dura completamente, cada vez más dentro de mí. Gimo en
torno a la polla que tengo en la boca y siento unos latigazos en mis nalgas, en
mi espalda, mientras acarician mi clítoris con una mano. Pierdo la noción de
cuantos son, y sólo imagino que es la mujer ya que yo aún sigo penetrada por
dos pollas. Siento como retiran las pinzas de mis pezones y el dolor se mezcla
con el placer.
En
ese momento recuerdo que no hablé con mi Domine si tenía permitido correrme,
pero sinceramente ya no puedo evitarlo.
Continúo
lamiendo la polla que tengo en mi boca. El desconocido está al borde del
orgasmo, y me folla la boca muy fuerte, abriéndose paso hasta mi garganta. Al
final, un rio de semen inunda mi boca, provocando que me atragante un poco.
Las
estocadas del otro desconocido cada vez son más fuertes en mi ano, y no puedo
evitar mover mis caderas a su ritmo. La mujer continúa azotando mi culo,
acariciando mi clítoris, y pellizcando mis pezones. Las sensaciones de dolor se
transforman en placer, y mi cuerpo se encuentra al borde del éxtasis.
-"Córrete,
sophie, córrete para nuestros invitados.", grita mi Domine, como si se
dirigiera al público y no a mí. En ese
momento recuerdo que hay 40 personas mirando cómo me follan y me usan, y la
imagen me vuelve a la mente. De repente me siento inundada por el orgasmo, al
mismo tiempo que siento el chorro caliente inundando mi ano y exprimo cada
segundo de placer.
Mis
brazos y manos flaquean por la intensidad del orgasmo, justo cuando me quitan
el antifaz de la cara. Puedo ver de nuevo a los 40 invitados delante mío, mirándome.
Unos pocos han sacado sus pollas fuera y se les nota excitados. Otras están acariciándose.
La mujer que ha participado en el espectáculo me besa y se sienta, mientras los
2 hombres se visten de nuevo y regresan a sus sitios tras haberme utilizado
Yo
sólo pienso en cómo debo agradecer a mi Domine tan grande regalo, justo cuando
puedo oír de nuevo su voz:
-
"¿Alguien más desea participar en el espectáculo?"
Creo
que esta fiesta se va a alargar más de lo que yo pensaba. Este grupo de millonari@s van a usarme como su perrita durante un buen rato...
Un relato de izel, con la ayuda del Profesor Domine.
Una evidente fantasía, bien contada, pero que le falta algo de trabajo
ResponderEliminar