Según un estudio de la Univ. de Montreal, el 60% de mujeres
tienen fantasías con ser dominadas sexualmente, sometidas por su pareja. Dicho
estudio, realizado con las participación de 1500 mujeres, afirma que las
principales fantasías de las mujeres son: ser esclavizadas (52%), recibir
nalgadas (36%) y ser forzadas (28%). También afirma que muchas de ellas no se atreven a cumplir
esas fantasías por miedo a ser juzgadas, incluso por sí mismas.
La realidad es que muchas mujeres fantasean con la idea de ser forzadas de
alguna manera por su pareja. Sueñan con ser atadas, o con que su marido les
aborde mientras friegan los platos, o les empotre en algún lugar más o menos
público. En definitiva, les gusta la idea de que su pareja las 'use'
sexualmente y sin pedir permiso.
Sin embargo, el porcentaje de mujeres que tienen fantasías
sexuales en las que ellas deben obedecer y satisfacer a un Amo desciende considerablemente, por debajo del 20%. Es el porcentaje
de las que realmente desean ser sometidas de manera continuada por un Amo. No es lo mismo
tener una fantasía momentánea, que desear ser sumisa de un Dominante. La diferencia es que la sumisa desea obedecer a su Amo y Señor de manera continua, mientras que el resto desea ser utilizada por su pareja de vez en cuando.
Por mucho que hayamos evolucionado en la historia, el rol de
Macho Dominante y hembra sumisa sigue existiendo y viviendo en la mente de
muchas personas. Forma parte de nuestra genética, y hay muchas personas que
siguen teniendo esa idea prehistórica de agarrar por el pelo a su hembra para arrastrarla,
ponerla a 4 patas, y follarla sin pedir permiso. Y por raro que parezca, también
hay mujeres que buscan eso.
El problema es que la educación que hemos recibido, la
vergüenza que pueda sentir alguien a la hora de definirse como sumis@, y el
propio autocontrol, hace que muchas personas no asuman su rol y aparten de su
mente la idea de ser sumis@s.
Si nos centramos en ese grupo de mujeres que fantasean con ser sumisas, se sabe que más de la mitad nunca
llegan a aceptar ese rol por miedo al qué dirán los demás, o por
'autocensura'. Ellas mismas reniegan de su sumisión porque no son capaces de aceptar
que tienen ese tipo de fantasía y porque creen que su circulo de amistades les criticaría si se enteraran. Por ese motivo ocultan sus inclinaciones sexuales y las ignoran durante toda su vida.
Algunas de esas mujeres llegan a pensar que están enfermas por tener ese tipo de necesidades
sexuales.
Al final, solo un porcentaje muy bajo de las mujeres aceptan que son
sumisas y que deben entregarse a un Amo para ser felices.
Curiosamente, a algunas de ellas, su propio ser les ha
llevado inconscientemente a buscar una pareja con claros rasgos Dominantes.
Otras buscan una pareja 'normal' o 'vainilla' que cumpla con los cánones de la
sociedad. Mientras que las primeras, por propia inercia de los dos acaban convirtiéndose
en Amo y sumisa sin apenas darse cuenta, las segundas acaban sintiéndose
insatisfechas en su vida por no poder saciar sus necesidades.
Y son éstas las que acaban buscando en Internet, para
averiguar por qué tienen esas fantasías, qué significan, y cómo pueden saciar
ese apetito. En muchos casos, la sumisa ha expresado a su pareja o amigos sus
inquietudes, y han descubierto para su desazón que los han tratado como locos:
- ¿Cómo vas a ser sumisa?
¿Estás mal de la cabeza?
- Eso es del siglo XIX, cuando los hombres trataban a las
mujeres sin respeto.
- Después de luchar años para conseguir lo que hemos
conseguido, ahora te vas a arrodillar ante un hombre para servirlo?
- Una mujer decente no puede hacer esas cosas
- ¿Pero cómo voy a azotarte o a hacerte daño, con lo que yo
te quiero?
Frases como esas han coartado la libertad de muchas sumisas
que han decidido aparcar sus fantasías sexuales por miedo a ser juzgadas y
criticadas con dureza.
Muy pocos entienden el sentimiento sumiso, y la gran mayoría
lo critican y desacreditan, haciendo culpable al sumis@ de sus propios deseos.
Pero eso no significa que el sentimiento desaparezca o se calme. De hecho, estas
críticas y negaciones acaban provocando que la sumisa se frustre y se sienta
impotente a la hora de encontrar una salida a sus fantasías.
Al final, muy pocas mujeres acaban siendo sumisas de verdad,
encontrando un Amo que las guie y las haga felices, un Amo que las use, las
pervierta y las cuide como ellas necesitan. El resto vive su vida con esas
fantasías, sin poder cumplirlas, y sin saber si podrían haber sido felices como
sumisa, sirviendo a su Amo.
Pero el sentimiento sumiso no desaparece, no se trata de una
enfermedad que puedas curar con una pastilla o que puedas ocultar fácilmente.
Al contrario, la sumisión crece dentro de esa persona, haciendo más fuerte cada
vez. Cuando dicho sentimiento es muy intenso, el sumis@ se siente 'perseguido'
por esas fantasías, y necesita averiguar sí o sí porque tienen esas
necesidades.
La realidad es que hoy en día investigar acerca del tema es
muy fácil. Hay cientos de blogs y páginas en internet que hablan acerca de la
sumisión y del porqué de dichas fantasías. Hay grupos y foros donde se reúnen
los seguidores del BDSM, pudiendo encontrar de manera rápida quien te aconseje
y te guíe por este mundo.
Mi consejo es siempre el mismo. Lee, investiga, y pregunta.
Hazlo hasta aburrirte, hasta tener muy claro si eres o no eres sumisa. Y cuando
lo tengas claro, busca alguien con cabeza y con conocimiento que sea tu Amo,
alguien a quien tú desees servir y respetar.
Enlace al Diario Vasco
Enlace al diario Debate
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