Quiero follar tu boca, perra.
Quiero que te arrodilles en el suelo, desnuda, y que abras
la boca cuando yo te lo diga.
Quiero que te quedes quieta, sin moverte, esperando mis
instrucciones.
Quiero meter mi rabo bien duro en tu boca, poco a poco, y
prohibirte chupar. SÍ, prohibirte chupar, lamer, mamar...
Quiero hablar contigo tranquilamente mientras tú sientes mi
polla en tu cavidad bucal.
Quiero que la sientas ahí, dentro, sin poder chupar, sin
poder lamer.
Quiero que empieces a salivar, que se te caigan las babas
por la comisura de los labios mientras la sientes bien adentro.
Quiero que sientas la necesidad de chupar, que necesites
mamar como una perra.
Quiero que te cagues en todos mis muertos porque NO te doy
permiso para hacerlo.
Quiero que te sientas humillada, que te sientas
tremendamente usada por mí.
Quiero que me oigas hablar mientras todo eso ocurre...
Quiero que notes como tu coño se moja.
Y tras 5 largos minutos así...
Quiero sujetar tu cabeza, con mis dos manos, para empezar a
follar tu boca lentamente.
Quiero que sientas como mi polla entra y sale de tu boca,
como si fuera un segundo coño.
Quiero que sepas que eso es lo que es para mí, un simple
coño que puedo follar como quiera.
Quiero que te sientas follada, penetrada, usada.
Quiero que sientas que eres mía, de mi propiedad, que te uso
porque puedo, porque me perteneces.
Quiero que sientas mi rabo llegando hasta el fondo de tu
boca, hasta la garganta.
Quiero que sufras arcadas mientras lo hago.
Yo me pararé para que tú puedas respirar mejor, y volver a
follarte otra vez.
Quiero aumentar mi ritmo, sujetando tu cabeza más fuerte,
follándote como a una perra.
Quiero que oigas mis gemidos mientras lo hago.
Quiero que aceptes que tu boca es un coño para mí, que puedo
follarlo sin más.
Quiero que no puedas sujetar tus propias babas, y que caigan
por la comisura de tus labios, mojando tus tetas, tu vientre, y tus piernas...
Quiero que tus piernas tiemblen ante mis empujes, que se te
escape la orina porque no puedes controlar tu cuerpo.
Quiero que te atragantes con mi polla, y con tus propias
babas, que sufras más arcadas mientras te follo.
Y por fin, después de un rato usándote, quiero explotar en
tu boca, llenarla de semen, de leche.
Quiero que oigas mi gemido profundo, mientras mi esperma te
llena.
Quiero que sientas esa leche caliente, blanca, espesa,
inundando tu segundo coño.
Quiero que lo tragues, que no desperdicies ni una sola gota.
Quiero dejar mi miembro en tu boca, un rato, para que tú
puedas repasarlo tranquilamente, buscando los restos de esperma que puedan
quedar. Es tu alimento, tu premio.
Y cuando por fin saque mi polla de tu boca, puedas respirar tranquila y feliz, relajada, tras haber ingerido hasta la última gota, y haber hecho bien tu trabajo.
Tras eso, solo quiero oír una sola frase:
- “Gracias, Señor”
No es tu boca, perra, es mi coño.
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