Hoy escribo sobre mi mala actitud como sumisa, y sobre el
castigo que acarreó mi mala cabeza.
Ayer tenía sesión con mi Domine al mediodía. Antes, por la
mañana, nos saludamos como es costumbre y me pidió que hiciera un ejercicio
escrito de cómo mejorar como sumisa. Quería una lista de los puntos en los que yo
creía que podía mejorar como sumisa durante las próximas semanas, una especie
de 'Pasos a seguir' para subir mi nivel de sumisión. No me pidió que lo hiciera
inmediatamente, sino que me pidió que lo hiciera 'cuando tuviera tiempo'.
Aún así, yo me lié con mis cosas, como suelo hacer muchas
veces, y como no tenía tiempo, en lugar de pedirle a mi amo si podía hacer el
ejercicio después de nuestra cita, con más calma y reflexión, decidí hacerlo rápido
y corriendo. Salió la niña rebelde que hay dentro de mí, y apresuré cuatro líneas
mal hechas, sin pensar en las consecuencias que aquello podía acarrear.
Tengo un Domine inflexible, con ganas de educarme, y yo soy
bastante tozuda. Sabiendo que no me deja saltarme ni una norma, hice el
ejercicio a desgana y, como dice él, como me dio la gana. Segundos más tarde, recibo un mail diciéndome que está
enfadado conmigo y preguntándome cómo me puedo atrever a enviarle esa mierda de
ejercicio. La verdad es que tenía toda la razón del mundo, pero esta sumisa
rebelde se lo paso por el forro.
Cuando llegué al encuentro y vi sus ojos, agaché cabeza y fui
incapaz de decir ni buenos días, pues ya vi que me caía una reprimenda fuerte, y de las
que no me gustan. Al final, no hay castigo más duro para mí que quedarme sin placer en una sesión con mi Domine.
Entramos en la habitación y temblaba, así que la solución rápida
fue intentar calmar los ánimos. Me arrodille ante mi Domine pidiendo clemencia.
No sirvió para nada. Me hizo levantar y soltó su discurso. El me dice que lo
hace para educarme.
Me dijo lo que yo esperaba, bronca por mi ejercicio. Yo
callé respetuosa y triste, pues yo sé y reconozco que tenía razón. Acepté mi
culpa y el castigo.
Me quede sin sesión, sin placer, y con un Domine muy
enfadado. Por contra, me quedé con la clase de educación. Y eso que íbamos a
probar unas esposas preciosas que él compro y sería algo especial en mi avance
en el BDSM.
Pasamos a otros ejercicios que mi Sr Domine dispuso y una
vez finalizados, con todo el buen hacer que pude pues cualquiera le enfadaba más, estuvimos hablando de las mejoras que como sumisa tenía que lograr. Nos
duchamos y yo seguía castigada. Me dijo que tenía toda la tarde para reescribir
bien mi ejercicio y mandárselo.
Por la mañana lo primero que he hecho es mandarle el
ejercicio bien escrito y revisado. Creo que le pareció bien, pues recibí otro mail diciéndome
que me levantaba el castigo.
Yo estaba contenta pero a la vez triste, pues me dijo que así recordaría
que no debo hacer mal mis ejercicios, y me lo pensaría dos veces antes de
entregar una chapuza. Ahora tengo que esperar una semana a ver a mi Domine y
poder sentirle, como es mi deseo.
Mi mayor satisfacción como sumisa es siempre ver feliz a mi
Domine a mi lado.
Pdta: Entiendo y acepto que el castigo a una sumisa es necesario para que la perra aprenda de sus errores y vuelva a su cauce.
Pdta: Entiendo y acepto que el castigo a una sumisa es necesario para que la perra aprenda de sus errores y vuelva a su cauce.
Escribes muy bien!
ResponderEliminarHe mojado bien rico, gracias!