Sumisa maltratada: Volver a empezar

'Volver a empezar'. Esa frase siempre suena en mi cabeza con sonido a ganar un oscar, con acento "guiri", pero más allá de la broma, esconde una gran realidad. De todo se sale, si se quiere y se hace el esfuerzo necesario.

Hace casi un año que contacté con el Profesor Domine, en un acto de desesperación. Un grito pidiendo ayuda. Estaba viviendo una situación horrible. Llevaba casi un año con un 'amo' (lo escribo así porque no merece que lo haga de otra manera) que me había convertido en un guiñapo. Robado la autoestima. Me ninguneaba, me hacía daño y sobre todo me había convertido en un juguete para él. Yo nunca había tenido una relación así. Confundí la sumisión con el servilismo y el maltrato.

El dolor fue mayúsculo. Más que el dolor físico, que lo hubo. Sufrí una paliza importante, que para mí no tuvo placer ninguno. Yo no soy masoquista. No me gusta el dolor, pero lo aguanté. Fue una locura. Debía de haberlo dejado en ese momento, pero de alguna manera él ejercía una influencia total en mí. Reconozco que todo lo que viví fue porque yo lo aguanté. Tenía que haber sido fuerte. Haberme quitado de en medio, pero no era capaz. De alguna manera en mi cabeza asumía que era una mierda y que me merecía todo lo malo. Yo no valía nada. Yo no era nada.

Fueron meses difíciles y la primera reflexión seria a cerca de lo que estaba viviendo era mala para mí fue gracias al intercambio de mails con el Profesor.

Fue muy difícil hacer acopio de fuerzas para dejarlo. Para no responder mails. Para desvincularme. Tuve que tomar conciencia de mí misma. Aprender a respetarme yo, para así hacer que me respeten. Han sido meses difíciles. De dolor. De lágrimas. Pero he ido aprendiendo sobre todo a quererme y a cuidarme yo. Desvincularme de lo que me hacía daño e intentar reconstruir mi alma.

El proceso ha sido, mejor dicho está siendo difícil, porque estoy en ello. Me desvinculé de todo lo que es la dominación. No quería volver a saber nada. De alguna manera pensaba que todo era parecido, aunque por otro lado sentía que no. Pero después de mi incursión, prefería no saber nada más.

Así hubiera sido. Pero un día después de mucho tiempo abrí el correo y encontré uno del Profesor. Era de varios meses atrás. Muy amablemente me preguntaba por cómo estaba y a raíz de ese correo empecé a hablar con él. Y por eso me presento aquí.

No sé lo que soy o lo que no. No sé si realmente soy sumisa o no. Ahora mismo, con tranquilidad, con ayuda del Profesor estoy aprendiendo sobre quién soy y cómo soy y sobre todo aprendiendo y comprendiendo lo que de verdad es el mundo de la D/s.

Me presento aquí para con mi testimonio, animar a quien esté sufriendo a que diga basta, a no seguir si no se es feliz. A quitarse de en medio. No puedes vivir aquello que no te haga feliz. Y por mucho que duela dejarlo, peor es no hacerlo. No es fácil. Pero se puede. Os lo dice alguien que estaba al punto de no querer ni siquiera seguir viviendo.

Ahora simplemente estoy aprendiendo, conociendo. Eso sí, gracias a esa persona, al Profesor, que me está orientando, ayudando y sobre todo, entendiendo mi situación, mis miedos, mis inseguridades. Por todo ello, gracias.

Rojo Pasión.


Nota del Profesor Domine: Lo mas complicado después de haber sido dañada es siempre el volver a confiar. Pero hallarás un hombro en el que llorar, y ese hombro se convertirá en tu apoyo, en alguien en quien confiar de nuevo. Y  confiarás.

Para los que quieran seguir esta historia, aquí teneis un enlace al primer escrito de Rojo Pasión.

Una sumisa maltratada, ninguneada, olvidada.



Comentarios